domingo, 26 de agosto de 2007

Galicia

Hace aproximadamente dos semanas volví de mis "mini vacaciones", una semanita que me valieron para descubrir lo que Galicia oculta.
Fue un viaje intenso con poco tiempo para descansar ya que queríamos, mi chico y yo, aprovechar para verlo todo. Visitamos Santiago de Compostela, A Coruña, Cedeira, el mágico
San Andres de Teixido, Vimianzo, Finisterra, Muros, Corrubedo, Catoira, Vilagarcía de Arosa, Illa de Arosa y Sanjenjo... todo en un "maravilloso" Seat León alquilado sin cenicero, y francamente para alguien que tiene un blog que se llama "un cigarro y nos vamos" fue en ocasiones duro lo de no fumar, sobre todo en nuestros momentos de "¿donde coño estamos?", más que nada porque la que llevaba el mapa era yo y ver que estas pasando por un pueblo el cual es posterior a tu destino, es bastante duro...
Pero bueno, quitando anécdotas de coche, el viaje valió la pena. Valió la pena el descubrir una tierra que se oculta tras sus raíces e intenta mantener firme sus costumbres y tradiciones sin importarle el paso del tiempo o de los turistas. Valió la pena ver sus paisajes, sus acantilados y helarnos en el agua de la ría. Y también valió la pena descubrir que en España hay lugares en los que puedes cerrar los ojos e imaginarte que estas a millones de kilómetros de todo aquello que te preocupa y tan cerca de lo que quieres.

En fin, encantada del viaje y jodida de volver. C'est la vie.

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